viernes, 23 de noviembre de 2007

UNA OVEJA DE LA PRADERA

En un lugar cercano, reside un flautista alegre y cordial. Él es un ser humano poseedor de un liderazgo natural, además de ser reconocido como una persona de poco influenciar.

Un día llego a la comunidad un hombre moderno y maduro, que empezó a comunicar al flautista actitudes y potenciales que debiese tener en la sociedad.
El flautista se dejo influenciar, comenzó aceptar tópicos que revolucionaron su vida y el entorno en que vivía. Cambio sus actitudes y ya no tuvo participación en su comunidad; todo esto debido a la aceptación de las palabras e imágenes, que le otorgaba su nuevo amigo.

El flautista, se convirtió en una persona necesitada de afectos, estimulacionales o factores que influenciaran en él.
Sin darse cuenta, se convirtió en una oveja de la pradera.

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